«Su escritura tiene el ritmo palpitante, en staccato, de la poesía beat. [...] Tranvía 83 es un antídoto contra la tendencia a lo sombrío de la mayor parte de las novelas africanas. No viste la fealdad con lentejuelas, pero tampoco deja de ser sensible a la turbación y el desamparo de tener que vivir a salto de mata y ‘satisfacer los placeres del bajo vientre’».—Wall Street Journal.
«Su escritura posee toda la tensa oscuridad de la mejor literatura callejera. Por su carácter sincopado y sus ocasionales ráfagas, sus arabescos y su fraseo quebrado, en ocasiones remeda al jazz que se oye al fondo del bar, con los parroquianos haciendo las veces de un coro griego. Natural de la República Democrática del Congo, Mujila nos ofrece una primera novela multipremiada, sin duda alguna excitante y genial».—Library Journal.
«Uno de los más fascinantes descubrimientos de la rentrée. Hay algo de El Bosco en este a-puerta-cerrada urbano, frenético, flameante. Pero es un Bosco insolente y trotamundos que ha leído a Gabriel García Márquez y Chimamanda Ngozi Adichie».— Le Monde.
«Una formidable demostración del poder de la literatura».—Télérama.
«Tranvía 83 es un viaje a toda velocidad. Una historia trágica, burlesca, melancólica y melódica". Christine Ferniot».—Lire.
«Tranvía 83 es una rapsodia. Un enloquecido solo de saxo elevándose sigilosamente sobre el eco del coro».—Émile Rabaté, Libération.
«¡Atención a este centelleante cometa! Uno se sumerge en este Tranvía 83 igual que en un tema de Coltrane, del que no volvemos a salir».—Laurent Boscq, Rolling Stone.
«Una primera novela arrolladora, conducida por un lenguaje insolente».— Michel Abescat, Télérama.
«Fiston Mwanza inventa la “literatura-locomoción", el género de la "historia-teatro", y convierte su primera novela en un manifiesto de la prosa poética convulsa, a medio camino entre Aimé Césaire y Boris Vian».—Chloé Thibaud, Le Nouvel Observateur.
Tranvía 83 se desarrolla en un indeterminado país africano que vive, a la vez que una profunda recesión, una nueva fiebre del oro. Turistas de todas las nacionalidades y lenguas llegan a la Ciudad-País con un único deseo: hacer fortuna explotando la riqueza mineral escondida en las entrañas de esa tierra. Por el día trabajan en las minas, y por la noche se reúnen para beber, comer y bailar en el club Tranvía 83, una auténtica guarida de forajidos poblada por antiguos niños soldados, turistas con ánimo de lucro, prostitutas, madres solteras, aprendices de brujo… y por Lucien, un escritor que, huyendo de las extorsiones y la censura, encuentra refugio en Ciudad-País e intenta seguir allí su recto camino de afirmación de su escritura, mientras los personajes más turbios del lugar gravitan a su alrededor.
Tranvía 83 ha sido considerada como uno de los últimos y más brillantes fenómenos culturales en lengua francesa, razón por la que ha sido traducida a idiomas como el inglés, alemán, italiano, catalán, griego, lituano, árabe, neerlandés, hebreo, sueco y danés, y ha cosechado los elogios de la crítica en todos y cada uno de los países en los que ha sido publicada.
Esta celebrada novela, construida con un ritmo y una creatividad completamente nuevas, ha sido descrita como un rap africano, una novela-rapsodia, o una novela puzle cincelada a ritmo de jazz. Pero es algo más: es una auténtica fiesta para la imaginación.