Kaspar Hauser
Traducción del alemán de Ariel Magnus
Logroño, enero 2017
Primera edición
ISBN 978-84-15862-77-2
192 págs., 14x21 cms.
Encuadernación: rústica con solapas
PVP: 17,50€
Precio web: 16,60€

Kaspar Hauser

Ejemplo de un crimen contra la vida interior del hombre

Epílogo de Julio Monteverde

Durante la tarde del 26 de mayo de 1828, en la localidad alemana de Núremberg, apareció, sin que nadie supiera nada de su procedencia o paradero, un adolescente con una carta en la mano. En ella, un desconocido solicitaba que se hicieran cargo del muchacho y lo incluyeran en un regimiento de caballería. Ante las preguntas de los que rápidamente se congregaron a su alrededor, su única respuesta fue: «Quiero ser jinete como lo fue mi padre».

Así dio comienzo la historia de Kaspar Hauser, una historia cuya rareza y singularidad han hecho que casi doscientos años más tarde continúe martilleando en la conciencia de Europa. Y es que pronto se descubrió que aquel adolescente había pasado toda su infancia encerrado en una habitación oscura y sin ninguna relación con el mundo exterior. A pesar de ello, parecía estar en contacto con una inocencia primordial sobre el mundo y con algunos «poderes» que poco a poco fue perdiendo con su progresiva entrada en el mundo civilizado.

Su historia recorrió toda Europa, llamando la atención de los más variopintos personajes, y acabó trágicamente cuando, sin que se sepa a ciencia cierta el autor ni la razón, fue asesinado vilmente el 14 de diciembre de 1833. Desde entonces las especulaciones sobre su origen y el significado real de su leyenda no han dejado de sucederse. El relato de su vida influyó poderosamente en la generación de románticos alemanes de la época y fue recogido posteriormente por poetas como Paul Verlaine o Georges Trakl, novelistas como Octave Aubry o Jacob Wassermann, cineastas como Werner Herzog o Peter Sehr, dramaturgos como Peter Handke o músicos como Suzanne Vega.

La presente edición, preparada y traducida por Ariel Magnus, recoge el más famoso de los libros escritos sobre el caso: el de Anselm von Feuerbach, que fue su principal benefactor. A modo de notas se añaden también algunos tramos de los Apuntes sobre Kaspar Hauser de Georg Friedrich Daumer, el primer y más entusiasta tutor de Hauser. También se incluye un resumen de la crónica del día de su muerte redactada por su profesor de religión; el informe del médico que hizo la autopsia de su cuerpo; y el primer esbozo que el propio Hauser realizó de su autobiografía. Finalmente, la edición incluye un epílogo a cargo de Julio Monteverde.

[...] Una historia no perdura entre otras simplemente por que sí. Lo hace porque coincide de alguna manera con la estructura profunda del espíritu humano y porque en ella podemos encontrar una verdad que reconocemos y que nos sirve para entender el mundo o para entendernos a nosotros mismos. […] Porque quizá, más allá de que fuera un triste caso de niño abandonado, su universalidad, y con ella su poder, siempre ha residido en el hecho de que su historia despierta una empatía primaria que en ocasiones puede llegar a ser muy virulenta, […] la posibilidad de entender el mundo por nuestros propios medios, de avanzar por la vía que nuestros ojos de niño nos mostraban [...]. Del epílogo de Julio Monteverde

[...] Cada movimiento que percibía en el objeto que fuera lo tomaba como voluntario y a la cosa en que se manifestaba, como viva. Una hoja de papel que el viento soplaba hacia arriba se había escapado de la mesa; un carrito para bebés que venía rodando desde una elevación se estaba dando el gusto de lanzarse en bajada. El árbol le comunicaba que estaba vivo al mover sus ramas y hojas, y hablaba cuando el viento soplaba entre ellas [...].